El liderazgo populista de Nayib Bukele en El Salvador.

Por: José C. Nieves Pérez

Nayib Bukele es un político y empresario salvadoreño que actualmente se desempeña como presidente de El Salvador desde 2019. A menudo se lo presenta como un ejemplo de éxito político y empresarial, debido a su ascenso rápido y sorprendente a la presidencia, así como a su gestión innovadora y polémica.

Bukele comenzó su carrera política como alcalde de la ciudad de Nuevo Cuscatlán en 2012, y luego fue elegido alcalde de San Salvador en 2015. En 2019, se postuló como candidato presidencial independiente y ganó la elección en la primera vuelta con una mayoría abrumadora.

Su éxito se ha atribuido en parte a su enfoque innovador en las redes sociales, su capacidad para conectar con los jóvenes y su discurso populista que promete cambios y soluciones a problemas comunes en la sociedad.

Durante su mandato, Bukele ha llevado a cabo medidas controvertidas como la militarización de la Asamblea Legislativa, la destitución de jueces de la Corte Suprema y el aumento del salario mínimo. También ha sido criticado por su manejo de la pandemia de COVID-19 y su enfoque autoritario en el gobierno.

Nayib Bukele es conocido por ser un político muy activo en las redes sociales, especialmente en Twitter e Instagram, donde ha acumulado millones de seguidores. A través de estas plataformas, ha establecido una comunicación directa y constante con sus seguidores, utilizando un lenguaje informal y cercano.

El uso de las redes sociales ha sido una herramienta clave para la carrera política de Bukele. Durante su campaña presidencial, utilizó sus cuentas de redes sociales para movilizar a sus seguidores y difundir su mensaje político. En lugar de depender de los medios tradicionales, Bukele ha utilizado las redes sociales como un canal de comunicación directa con sus seguidores y el público en general.

Su estrategia en las redes sociales se ha centrado en la creación de contenido atractivo y viral que atraiga la atención del público y le permita conectarse con su base de seguidores. Por ejemplo, ha utilizado memes y videos cortos para presentar sus ideas políticas de una manera creativa y atractiva.

También ha utilizado las redes sociales para tomar decisiones políticas importantes. En 2020, utilizó su cuenta de Twitter para ordenar la destitución de un alto funcionario de la policía, lo que provocó un gran debate sobre el papel de las redes sociales en la toma de decisiones gubernamentales.

Sin embargo, el uso de las redes sociales por parte de Bukele también ha sido objeto de críticas. Algunos críticos argumentan que su enfoque en las redes sociales es demasiado populista y no suficientemente sustantivo, y que sus acciones en línea a veces han sido contrarias a las normas democráticas y constitucionales.

El discurso de Nayib Bukele ha sido calificado por muchos como populista, debido a su enfoque en la retórica emocional y la promesa de soluciones rápidas a los problemas. En sus discursos, Bukele ha utilizado términos sencillos y directos, y ha enfatizado la necesidad de tomar medidas radicales para abordar los problemas del país.

Algunos de los temas que han sido centrales en el discurso populista de Bukele incluyen la lucha contra la corrupción, la seguridad ciudadana, la inversión en infraestructura y servicios públicos, y la promoción del empleo y el crecimiento económico. Bukele ha prometido tomar medidas drásticas para abordar estos temas, incluyendo la destitución de funcionarios corruptos, la inversión en proyectos de infraestructura masiva y la creación de empleos.

En sus discursos, Bukele ha utilizado un lenguaje que apela a las emociones de sus seguidores, enfatizando la necesidad de la unidad y la lucha contra los enemigos del pueblo. Ha utilizado un enfoque confrontacional, en el que se presenta como el único líder capaz de tomar medidas necesarias para mejorar las condiciones de vida de la población.

Sin embargo, algunos críticos han señalado que el discurso populista de Bukele ha sido utilizado para justificar acciones autoritarias y antidemocráticas. Han argumentado que su enfoque en la retórica emocional y la polarización ha debilitado la institucionalidad del país y ha minado la separación de poderes. Además, han criticado su falta de transparencia y el uso de las redes sociales para promover una imagen idealizada de sí mismo y su gobierno.

La lucha contra las pandillas ha sido uno de los temas centrales del gobierno de Nayib Bukele en El Salvador. Desde que asumió el cargo en 2019, Bukele ha implementado una serie de medidas duras para combatir la delincuencia y la violencia en el país, incluyendo la pandilla MS-13, una de las organizaciones criminales más grandes y peligrosas de América Latina.

Bukele ha utilizado una estrategia de «mano dura» contra las pandillas, que ha incluido la militarización de la seguridad pública y el fortalecimiento de las fuerzas de seguridad. También ha creado una unidad especial de la policía para luchar contra las pandillas y ha implementado medidas para restringir la comunicación de los líderes pandilleros en las cárceles.

Además, Bukele ha utilizado una estrategia de «diálogo y coerción» para tratar de convencer a los miembros de las pandillas para que abandonen su actividad delictiva. En una iniciativa llamada «Yo Cambio», ha ofrecido amnistía a los pandilleros que se entreguen y prometió proporcionarles oportunidades de trabajo y educación.

Aunque estas medidas han sido efectivas en la reducción de los índices de delincuencia y homicidios en El Salvador, también han sido criticadas por organizaciones de derechos humanos y algunos sectores de la sociedad civil. Se ha argumentado que la estrategia de «mano dura» ha llevado a un aumento de la violencia policial y la criminalización de los jóvenes de bajos ingresos, y que la oferta de amnistía ha creado un clima de impunidad para las violaciones de los derechos humanos.

La clasificación política de Nayib Bukele es objeto de debate y ha sido descrita de diversas maneras por diferentes analistas y medios de comunicación. Algunos lo han etiquetado como liberal debido a su enfoque en la libre empresa y la reducción de la burocracia en el gobierno, mientras que otros lo han descrito como conservador debido a su postura en temas sociales y de seguridad.

En cuanto a su postura económica, Bukele ha implementado políticas que promueven la inversión privada y la eliminación de regulaciones que obstaculizan el crecimiento empresarial. También ha tomado medidas para reducir el gasto público y ha enfatizado la importancia de la disciplina fiscal.

Sin embargo, en temas sociales y de seguridad, Bukele ha sido descrito como conservador. Ha tomado medidas drásticas para combatir la violencia y la delincuencia, utilizando una estrategia de «mano dura» que ha sido criticada por algunos sectores de la sociedad civil. Además, ha expresado posturas contrarias a la legalización del aborto y el matrimonio igualitario.

Nayib Bukele es conocido por su fe cristiana y ha hecho referencia a ella en varias ocasiones. Bukele ha declarado públicamente su creencia en Dios y ha atribuido sus logros políticos a la voluntad divina.

Durante su campaña presidencial en 2019, Bukele se presentó como un candidato cristiano y fue apoyado por líderes evangélicos del país. Además, ha hecho referencias a la fe cristiana en sus discursos y ha asistido a eventos religiosos en diferentes momentos de su carrera política.

En cuanto a su postura en temas religiosos, Bukele se ha opuesto públicamente al aborto y ha expresado su apoyo a los valores cristianos tradicionales. Sin embargo, también ha defendido la libertad religiosa y ha promovido la tolerancia hacia las diferentes creencias.

La relación de Nayib Bukele, presidente de El Salvador, con los Estados Unidos ha sido un tema importante desde que asumió el cargo en junio de 2019. Bukele ha expresado su deseo de fortalecer la relación con los Estados Unidos y ha trabajado para mantener una estrecha relación con la administración de Joe Biden.

Desde su elección, Bukele ha visitado Washington D.C. varias veces y ha mantenido reuniones con altos funcionarios estadounidenses, incluyendo al secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken, y a la vicepresidenta Kamala Harris. En febrero de 2021, Bukele se reunió con el entonces presidente Donald Trump en la Casa Blanca, donde discutieron temas como la seguridad y la economía en El Salvador.

En cuanto a la política migratoria, el gobierno de Bukele ha colaborado con los Estados Unidos para frenar la migración irregular hacia el norte. En septiembre de 2019, El Salvador firmó un acuerdo con los Estados Unidos para permitir que los solicitantes de asilo en Estados Unidos sean enviados a El Salvador para esperar la resolución de sus casos de asilo. El acuerdo, conocido como «Acuerdo de Tercer País Seguro», ha sido criticado por grupos de derechos humanos debido a las condiciones inseguras y la falta de protección para los solicitantes de asilo en El Salvador.

Además, el gobierno de Bukele ha recibido apoyo financiero de los Estados Unidos en forma de ayuda económica y cooperación en seguridad. En marzo de 2021, el presidente Biden anunció un paquete de ayuda de $4 mil millones para El Salvador, Honduras y Guatemala para abordar las causas subyacentes de la migración en la región.

No se ha reportado ninguna reunión formal o acercamiento entre Nayib Bukele, presidente de El Salvador, y Vladimir Putin, presidente de Rusia. En términos generales, las relaciones entre El Salvador y Rusia han sido limitadas en el pasado, y no hay un historial significativo de interacciones entre los dos países.

Sin embargo, en 2019, Bukele asistió a la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York, donde se reunió brevemente con el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, en el marco de un evento diplomático multilateral. La reunión fue breve y no se discutieron temas de importancia.

Es importante mencionar que El Salvador no tiene relaciones diplomáticas formales con Rusia. En el pasado, El Salvador ha mantenido relaciones estrechas con los Estados Unidos y otros países de América Latina y Europa, aunque Bukele ha expresado su interés en ampliar las relaciones comerciales y diplomáticas con otros países del mundo.

La relación de Nayib Bukele, presidente de El Salvador, con China ha sido objeto de controversia desde que su gobierno decidió romper relaciones diplomáticas con Taiwán y establecer relaciones diplomáticas con China en agosto de 2018.

Desde entonces, China ha proporcionado a El Salvador ayuda financiera y asistencia técnica en áreas como infraestructura, tecnología y salud. En 2019, El Salvador firmó un acuerdo de cooperación con China para el desarrollo de proyectos de infraestructura, que incluyen la construcción de un estadio de fútbol y la modernización de la red eléctrica del país.

Sin embargo, la decisión de Bukele de establecer relaciones diplomáticas con China ha sido criticada por algunos debido a la preocupación de que pueda aumentar la influencia de China en la región y comprometer la relación de El Salvador con los Estados Unidos. En particular, Estados Unidos ha expresado su preocupación por la creciente influencia de China en América Latina y ha instado a los países de la región a ser cautelosos en su relación con China.

La relación de Nayib Bukele, presidente de El Salvador, con la Unión Europea (UE) ha sido generalmente positiva. La UE ha apoyado los esfuerzos de reforma del gobierno de Bukele y ha brindado asistencia financiera y técnica para apoyar el desarrollo económico y social de El Salvador.

En 2019, la UE anunció un paquete de ayuda de 30 millones de euros para apoyar la seguridad ciudadana, la lucha contra la corrupción y la reforma judicial en El Salvador. Además, la UE ha trabajado en estrecha colaboración con el gobierno de Bukele para abordar los desafíos relacionados con la migración, la pobreza y el cambio climático.

La UE también ha apoyado los esfuerzos de Bukele para modernizar la economía de El Salvador y atraer inversión extranjera. En 2019, la UE y El Salvador firmaron un acuerdo de asociación económica que permite a El Salvador acceder a los mercados de la UE con condiciones preferenciales y fomentar el comercio y la inversión bilateral.

El uso de criptomonedas en El Salvador ha sido objeto de controversia desde que el presidente Nayib Bukele anunció en junio de 2021 que su gobierno presentaría una propuesta para que Bitcoin se convierta en una moneda de curso legal en el país. En septiembre de 2021, la Asamblea Legislativa de El Salvador aprobó una ley que convierte a Bitcoin en moneda de curso legal en el país.

Bajo la nueva ley, los comerciantes deben aceptar Bitcoin como forma de pago junto con el dólar estadounidense, que ha sido la moneda oficial de El Salvador desde 2001. Además, el gobierno de El Salvador ha lanzado su propia billetera digital, Chivo, que permite a los ciudadanos almacenar y realizar transacciones con Bitcoin y otras criptomonedas.

La decisión de adoptar Bitcoin como moneda de curso legal en El Salvador ha sido objeto de controversia. Algunos han argumentado que la adopción de Bitcoin podría ayudar a impulsar el desarrollo económico y financiero en el país, mientras que otros han expresado preocupación por la volatilidad y el riesgo de seguridad asociados con el uso de criptomonedas.

La adopción de Bitcoin en El Salvador también ha sido objeto de críticas por parte de organizaciones internacionales, como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, que han expresado preocupación por los posibles efectos negativos que podría tener la medida en la estabilidad económica y financiera del país.

En resumen, el uso de criptomonedas en El Salvador, en particular la adopción de Bitcoin como moneda de curso legal, ha sido objeto de controversia y debate. Aunque algunos ven la adopción de Bitcoin como una oportunidad para el desarrollo económico y financiero, otros han expresado preocupación por los posibles riesgos asociados con el uso de criptomonedas.

A continuación, presento algunas citas de Nayib Bukele con sus respectivas referencias:

  1. «La política no debería ser un juego de poder, sino un servicio para la sociedad». Esta cita fue pronunciada por Nayib Bukele durante su discurso de investidura como presidente de El Salvador en junio de 2019. Puede ser consultada en el siguiente enlace: https://www.youtube.com/watch?v=r2vcD96frYk
  2. «La única forma de luchar contra el crimen organizado es con una política de tolerancia cero». Nayib Bukele pronunció esta frase en una entrevista con la cadena televisiva CNN en enero de 2020, en la que habló sobre su estrategia para combatir la delincuencia y las pandillas en El Salvador. La entrevista completa se puede encontrar en el siguiente enlace: https://www.youtube.com/watch?v=OSMej9tlfy4
  3. «La corrupción es un problema sistémico, no solo un problema de individuos». Esta cita fue pronunciada por Nayib Bukele en un discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas en septiembre de 2021, en el que habló sobre los esfuerzos de su gobierno para combatir la corrupción en El Salvador. El discurso completo se puede encontrar en el siguiente enlace: https://www.youtube.com/watch?v=FHbxdnZiOiE
  4. «La violencia no se puede combatir con más violencia». Nayib Bukele pronunció esta frase en una entrevista con la cadena televisiva CNN en enero de 2020, en la que habló sobre su estrategia para combatir la delincuencia y las pandillas en El Salvador. La entrevista completa se puede encontrar en el siguiente enlace: https://www.youtube.com/watch?v=OSMej9tlfy4
  5. «El Salvador necesita un cambio radical en la forma de hacer política». Nayib Bukele pronunció esta frase durante su campaña presidencial en 2019, en la que se presentó como un candidato independiente. El discurso completo se puede encontrar en el siguiente enlace: https://www.youtube.com/watch?v=5U6p5Y5c5hc
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